INTRODUCCIÓN
¿En qué consiste el FFS?
Family Friendly Sports (FFS para abreviar) es todo lo que el término revela palabra por palabra, y mucho más detrás de lo obvio. Se trata de reunir a las familias y ofrecerles la oportunidad de disfrutar juntas de los numerosos beneficios de las actividades deportivas y pasar un rato entretenido, al tiempo que mejoran su estado físico y mental. Todos pueden salir beneficiados de su participación en este tipo de actividades: los niños/as, por un lado, y sus familiares, por otro. Hablando de quiénes, podrían ser los familiares, parientes, amigos/as, cuidadores/as o cualquier otro tutor/a que se encargue de apoyar a un niño en sentido familiar.
Se suele decir que “la familia que juega unida permanece unida“, y no hay que caer en una concepción simplista. Hablando más concretamente, participar en alguna actividad deportiva en familia, no sólo ofrece los beneficios para la salud auto explicativos de cualquier ejercicio físico, sino que también ayuda a la familia a desarrollar fuertes vínculos entre sus miembros, por:
- Construir recuerdos comunes, que sientan las bases de la estabilidad emocional y el desarrollo interior.
- Permitir la intimidad y satisfacer las propias necesidades emocionales: “luchar” por una causa común permite a los miembros de la familia acercarse más, apoyarse mutuamente, compartir momentos emocionalmente ricos y expresarse sus sentimientos.
- Crear unión familiar – compartir es cuidar y esto no sólo se aplica a materiales y servicios, sino también a momentos compartidos – en el caso de las FFS, victorias y derrotas y esfuerzo y duro trabajo en grupo.
- Construir un sentimiento de pertenencia: tener un sentimiento de comunidad con los miembros de la familia, sentirse seguro y a salvo en el “equipo familiar” se refleja en la vida real, exactamente igual que en el campo de deportes.
- Abrir las líneas de comunicación: participar en las actividades del SFF anima a los miembros de la familia a abrir la comunicación y encontrar nuevas formas de expresarse.
- Facilitar el proceso de curación de cualquier conflicto en las relaciones: liberar tensiones, superar rencores, fomentar la cooperación hacia un objetivo común… ayuda a los miembros a desprenderse de cualquier emoción oscura y contribuye a la resolución de conflictos.
- Apoyar el desarrollo social y emocional de los niños/as: crecer con la participación fuera de lo común de su familia, vivir momentos diferentes y que su tutor/a dé ejemplo, favorece el bienestar y el desarrollo multidimensional del niño.
- Aprender nuevas habilidades de forma cooperativa: es sin duda especial aprender algo nuevo junto a la familia y compartir esta experiencia de mejora de las habilidades y capacidades propias junto a sus seres más queridos.
Y la lista puede seguir creciendo, ¿quién podría dudarlo? Pero ¿son sólo los niños/as y sus familias los beneficiarios de esta iniciativa? ¿Y los clubes deportivos? ¿Por qué se molestan en incluir actividades de SFF en sus programas deportivos habituales? Compartamos algunas ideas…