Capítulo 5

2. Cómo trabajar conjuntamente con adultos y niños/as a través de los deportes individuales y colectivos

En este capítulo se pueden decir muchas cosas. Aunque pueda parecer un tema muy amplio, intentaremos explorar algunos puntos clave que pueden ser útiles para su trabajo:

 

(a) Cómo implicar y aumentar la motivación

 

ESCENARIO: has hecho todo lo posible, pero las cosas no parecen funcionar muy bien. Los tutores/as parecen reacios a participar seriamente en su actividad de ECA y los niños/as también han perdido la motivación.

PLAN B: Es obvio que el equipo necesita un reset. Detenga su programa de formación, reúna al grupo en círculo y pídales que hagan una lluvia de ideas sobre un nuevo juego. Deben definir el objetivo, las reglas y el premio para el equipo/persona ganador. Fija un tiempo determinado para esta actividad. Para que sea más justo (¡y más entretenido!) pon algunos obstáculos a los adultos (por ejemplo, correr con los ojos cerrados, saltar en una pierna, cargar algo de peso, etc.). Al final del juego, el ganador decidirá qué tipo de ejercicio hará el perdedor como castigo por haber perdido. Utiliza esta técnica con regularidad y lleva la cuenta a lo largo del periodo de entrenamiento. Esta táctica aumentará la motivación de los participantes sin destruir el proceso de entrenamiento habitual.

 

(b) Cómo garantizar la aceptación mutua, la inclusión y la participación igualitaria

 

ESCENARIO: has notado que algunos de los miembros tienden a quedarse al margen. O -hablando de algún deporte individual- el tutor cuestiona constantemente al niño e intenta hacerle sombra.

PLAN B: ¡Es hora de pasar a la acción! Si tu deporte implica algún tipo de puntuación, contar el tiempo, contar la altura o la distancia, en el papel del entrenador empieza a cambiar los números según el número de “infracciones” en que caigan los “infractores” o cuéntalos aleatoriamente a favor de la parte débil. Por ejemplo, recortar unos puntos en la puntuación sin explicarlo, quitarla del todo, dar puntos extra a la “víctima” sin explicarlo, excluir al “infractor” de alguna actividad sin razonarlo, pitar una falta aunque no lo sea. Por supuesto, al principio habrá alguna protesta, pero mantén la calma y no des explicaciones. Al cabo de un rato, reúne al equipo y pregúntales qué sienten y qué piensan sobre lo que acaba de ocurrir. Ahora es el momento de revelar tu plan y explicar las verdaderas razones que hay detrás. ¡Lección aprendida!

 

(c) Cómo evitar la comparación con otros tutores/as-niños/as o entre familiares

 

ESCENARIO: la dinámica de tu grupo no es muy uniforme. Algunos miembros son hábiles y tienen más experiencia; otros son más débiles y se quedan atrás. Percibes que esto está causando cierta decepción y perturba la cohesión y el equilibrio del equipo.

PLAN B: reúne a tu equipo y pídeles que formen parejas al azar. En cada pareja deben participar un niño y un tutor, pero no el tutor de ese niño en concreto (en los deportes individuales este paso no es necesario). Las parejas tienen unos minutos para debatir y proponer al menos 3 cosas en las que su pareja destaca en ese deporte concreto pero que son un punto débil de la otra pareja (por ejemplo, a mí no se me da bien correr rápido, pero a mi pareja se le da muy bien). Los resultados se presentan en el grupo, que luego debatirá sobre la variedad de habilidades y competencias dentro del equipo, la importancia de esta polifonía y cómo esto puede conducir a un equipo de éxito.