Capítulo 3

1. Comunicación interna: cómo tratar y gestionar a los miembros de su equipo

Si se intentara dar una definición a la expresión “comunicación interna”, probablemente sería “el proceso mediante el cual se intercambia información dentro de un grupo de personas que trabajan en equipo hacia un objetivo común a través de un sistema común de símbolos, signos o comportamientos”. Sin embargo, sobre todo teniendo en cuenta que hay una gran variedad de personas implicadas, que pertenecen a diferentes grupos de edad, tienen diferentes funciones y cargos, este intercambio de información en las ECA no siempre se realiza de forma eficaz y pueden surgir varios problemas. En este caso, es probable que se produzcan fallos de comunicación:

  • que los miembros del equipo hagan suposiciones y desarrollen expectativas basadas en información errónea o malinterpretada;
  • a la creación de bucles cerrados que excluirían y dejarían fuera a algunos miembros del equipo;
  • a conflictos entre los miembros del equipo y crean un ambiente de inseguridad e inestabilidad.

Ante todo, debemos reconocer la especificidad de las FFS para elegir el enfoque de comunicación adecuado hacia los participantes. Las ECA ofrecen a los participantes un entorno informal o no formal, con menos formalidades y basado en el establecimiento de relaciones personales y una estrecha interacción entre los miembros y los jefes de equipo.

En ese sentido, el enfoque de la comunicación puede ser más eficaz si tiene un estilo personal que permita la interacción a través de la lente de la emoción y la conexión personal e implique no sólo la articulación verbal de los propios deseos, sino también la comunicación no verbal. De este modo, junto con el sentimiento de confianza dentro del equipo, se puede lograr más fácilmente una comunicación interna diplomática y eficaz.

Pero ¿cómo garantizar una comunicación eficaz dentro del equipo en SFF? He aquí algunos consejos y trucos que pueden ser realmente útiles:

(a) Identificar y resolver los conflictos desde el principio

Aunque suene bastante lógico y en cierto modo evidente, darse cuenta de que HAY un problema es el principio del fin de cualquier situación inconveniente. Algunos problemas pueden empezar por simples malentendidos, pero si no se definen y tratan a tiempo, pueden convertirse en verdaderos problemas con consecuencias inesperadas. En otras palabras, no sólo hay que animar al jefe de equipo, sino también a los propios miembros del equipo, a que detecten cualquier cuestión problemática lo antes posible y la resuelvan antes de que se agrave y afecte gravemente a otros miembros del equipo o incluso a todo el equipo.

(b) Definir las funciones y responsabilidades

Como en cualquier otro grupo, en su equipo de SFF participan personas con diferentes personalidades y tendencias de comportamiento. Aunque en los SFF hay cierta complejidad adicional, ya que no son sólo los diferentes grupos de edad los que tienen que comprometerse y cooperar, sino también las estrechas relaciones personales entre los miembros del equipo (tutores/as y sus hijos/as), que podrían dar lugar más fácilmente a interacciones no deseadas entre ellos debido a la pérdida de límites. ¿Y quién debería ser el maestro de esta orquesta mixta y colorida? Pues… ¡deberías ser tú! Desde el principio tienes que valorar y evaluar la dinámica del equipo y asegurarte de que ambos grupos (adultos y niños/as) entienden que son tus reglas y tus decisiones las que deben respetar, ya que tu papel es ser el líder de este grupo, mientras que todos los demás papeles que puedan llevar deben quedar fuera del campo de deportes. Asegúrate de que entienden sus derechos y responsabilidades y que deben dirigirse a ti para cualquier problema y no resolverlo por su cuenta debido a su relación familiar.

(c) Mostrar confianza y seriedad

Para lograr el paso anterior, sin embargo, es importante presentarse también como la figura principal dentro del equipo. También es importante definir su papel y asegurarse de que todos lo entienden y lo reconocen. Por supuesto, no se trata sólo de lo que dices, sino también de cómo lo dices. Asegúrate de mejorar tus habilidades de presentación hablando con voz clara y firme, manteniendo el contacto visual y escuchando atentamente todo lo que los miembros de tu equipo quieran decir. Pero, sobre todo, prepárate para responder a sus preguntas, guiarles a través del proceso de FFS y sentirte seguro de tu papel dentro del equipo. No sólo debes ser el líder, sino también parecerlo.

(d) Crear un entorno seguro, abierto e integrador

Es importante que cualquier equipo sienta que interactúa en un entorno receptivo que le permite expresarse abiertamente, abordar sus problemas y ser escuchado. Crear confianza y respeto es de suma importancia, ya que es más probable que los miembros se comprometan y disfruten del proceso de las ECA. Teniendo en cuenta que los SFF son todo menos una forma formal de aprender e interactuar, intenta que tus miembros participen activamente en los distintos procesos, escucha sus necesidades y permíteles expresarse sin miedo a ser juzgados o criticados. De este modo salvaguardarás la inclusión y el respeto en tu equipo y cualquier esfuerzo de comunicación será mucho más fácil y eficaz.

(e) Fomentar la retroalimentación

Escuche, escuche, ¡ESCUCHE! Escuchar lo que tienen que decir los participantes sobre el funcionamiento del equipo es importante por varias razones. Para empezar, asegúrese que su opinión importa les mantiene más comprometidos, les da una sensación de aprecio y crea un sentimiento de confianza y pertenencia. Además, hace que los miembros de su equipo se sientan apreciados y que su opinión importa, por lo que inevitablemente le devolverán respeto y atención cuando sea necesario. Pero, sobre todo, es la única forma de que todas las cuestiones problemáticas o deficiencias en el funcionamiento de su equipo lleguen a sus oídos desde dentro, incluso cuando accidentalmente haya pasado por alto algún detalle por el camino. La retroalimentación es la forma más directa de recibir una perspectiva “sobre el terreno” de lo que realmente está ocurriendo y te ayudará a mejorar tu trabajo y a realizar los cambios necesarios.

(f) Reconocer el esfuerzo

Un simple “bien hecho”, “buen trabajo”, “enhorabuena”, un golpecito amable en la espalda, un “choca esos cinco” o cualquier signo o gesto interno del equipo es importante para asegurar a su equipo que se reconocen y agradecen sus esfuerzos. Este sencillo consejo hará que los miembros de su equipo se sientan apreciados y los animará a seguir centrados y comprometidos en su proceso de FFS, pero también reforzará el espíritu de equipo y su satisfacción personal.

(g) Reevaluar e introducir cambios

Aunque elijas el estilo de comunicación más adecuado para tu equipo y aunque parezca eficaz al principio, las cosas cambian por el camino. La mejor solución para evitar las incómodas consecuencias de ese cambio es no dormirse en los laureles. Reevalúe su estilo, reflexione sobre todo lo que está ocurriendo e invite a los miembros de su equipo a participar también en este proceso. Al fin y al cabo… esto no difiere de cualquier análisis posterior a un partido, ¡y seguro que ESTO lo puedes hacer perfectamente bien! 