Capítulo 3

E. Habilidades para impartir educación en/mediante SFF

Tratar de poner en práctica las actividades del SFF convierte inmediatamente al dirigente deportivo en algo más que un simple entrenador o preparador físico. Se convierte en un auténtico educador, ya que la interacción con su equipo no se limita únicamente a mejorar sus habilidades en ese deporte concreto, sino que también utiliza el deporte como medio para contribuir a su desarrollo personal y a una transformación social sostenible. Por lo tanto, es importante tener siempre presente que la FFS es un proceso en el que el deporte en sí se convierte en un objetivo secundario con respecto al propósito educativo. Las habilidades necesarias para impartir educación en y a través de las FFS implican una serie de habilidades y competencias blandas:

 

(a) Comprender los valores del SFF:

 El deporte en general promueve valores y principios fundamentales que son vitales para el crecimiento personal y el desarrollo social de los individuos. La equidad, la inclusión, la igualdad, la disciplina, el trabajo en equipo, la perseverancia, el respeto, la salud mental y física son los cimientos de cualquier deporte, mientras que el SFF potencia además el apoyo mutuo, la unión familiar, la comprensión, la estabilidad emocional y el crecimiento. Por lo tanto, es importante que un dirigente deportivo comprenda y reconozca estos valores y esté dispuesto a ayudar a los miembros de su equipo a reconocerlos y apreciarlos. Primero hay que creer en esta idea, antes de convencer a los demás de que también crean en ella.

 

(b) Capacidades de comportamiento:

Algunas de ellas se han analizado en detalle en el capítulo anterior, pero sin duda merece la pena repetirlas aquí. La comunicación eficaz vuelve a encabezar la lista, ¡pero eso no es todo! Para poder aplicar un enfoque educativo a una actividad de ECA, es importante estar muy motivado y tener la capacidad de atraer a los miembros de su equipo para que se impliquen a fondo en este esfuerzo. Por supuesto, esto no puede hacerse sin las habilidades de liderazgo necesarias, que le convertirán en la figura autorizada a cargo del viaje del equipo en las FFS.

 

(c) Capacidades cognitivas:

 los retos no son pocos y ya hemos hablado bastante de ellos. Pero todo puede superarse si la persona responsable tiene las habilidades y la fuerza necesarias para tomar decisiones eficaces y resolver cualquier incidente que pueda entorpecer el proceso de aprendizaje. Pero igual de importante es tener una visión estratégica clara de tus esfuerzos educativos, y esto también está directamente relacionado con tu capacidad de organización: tienes que saber por qué lo haces, cómo lo haces y qué quieres conseguir exactamente al final de este viaje.

 

(d) Competencias interpersonales:

Esto no es ninguna novedad para ti… En tu equipo de SFF han participado diferentes grupos de edad, diferentes roles en la familia, diferentes orígenes y -seguro- diferentes caracteres. Tienes jóvenes y mayores, niños/as y adultos, tutores/as y sus hijos/as, miembros atrevidos o indecisos, con más o menos aptitudes para el deporte, más o menos motivados y comprometidos. Es importante saber tratar eficazmente con cada uno de ellos y mantener el equilibrio y la cohesión del equipo. Gestionar los conflictos y resolver los malentendidos es muy importante y facilitará notablemente su proceso educativo.

 

(e) Competencias docentes:

Ah, ¡el complejo papel de un profesor! Necesitas combinar múltiples habilidades: evaluar y entrenar; mejorar la colaboración del equipo y apoyar el trabajo en equipo; preocuparte por tus miembros y garantizar la inclusión y la tolerancia; proporcionar un entorno seguro para tus actividades de FFS, donde “seguridad” incluye seguridad física, mental y psicológica; ser capaz de transmitir el mensaje a través de tus actividades deportivas, explicar y apoyar el proceso de aprendizaje de tus participantes.

 

(f) Competencias en ENF:

La educación en y a través del deporte limita cualquier estilo de aprendizaje formal y estereotipado. Las actividades deportivas abarcan la educación no formal, definida por el CdE como “programas y procesos planificados y estructurados de educación personal y social para jóvenes, diseñados para mejorar una serie de habilidades y competencias, fuera del currículo educativo formal[1] . En palabras sencillas, los métodos de ENF se centran en el alumno, potencian el aprendizaje experimental, impulsan la creatividad, se basan en el aprendizaje individual y en grupo con un enfoque colectivo, y se organizan en función de las necesidades de los participantes. Por lo tanto, para poder impartir educación a través del deporte, hay que desarrollar un proceso organizado con objetivos educativos. Para entender cómo funcionan los métodos de ENF, veamos cómo define A. Huxley el aprendizaje a través de la experiencia: “La experiencia no es lo que te ocurre; ¡es lo que haces con lo que te ocurre!“. Este ciclo de aprendizaje experimental puede presentarse en el siguiente diagrama:

 

[1] https://www.coe.int/en/web/european-youth-foundation/definitions